16 abril 2010

Nirvana

Yet something was there behind the fading scene;
Wherever she turned, at whatsoever she looked,
It was perceived, yet hid from mind and sight.
The One only real shut itself from Space
And stood aloof from the idea of Time.
Its truth escaped from shape and line and hue.
All else grew unsubstantial, self-annulled,
This only everlasting seemed and true,
Yet nowhere dwelt, it was outside the hours.
This only could justify the labour of sight,
But sight could not define for it a form;
This only could appease the unsatisfied ear
But hearing listened in vain for a missing sound;
This answered not the sense, called not to Mind.
It met her as the uncaught inaudible Voice
That speaks for ever from the Unknowable.
It met her like an omnipresent point
Pure of dimensions, unfixed, invisible,
The single oneness of its multiplied beat
Accentuating its sole eternity.
It faced her as some vast Nought's immensity,
An endless No to all that seems to be,
An endless Yes to things ever unconceived
And all that is unimagined and unthought,
An eternal zero or untotalled Aught,
A spaceless and a placeless Infinite.


Pero había algo allí tras la desvaída escena;
Doquiera se volviera, doquiera mirara,
Era percibido, aunque oculto para la mente y para la mirada.
El Uno solo real permanecía aislado del Espacio
Y apartado de la idea del Tiempo.
Su verdad escapaba a la forma, a la línea, al matiz.
Todo lo demás se tornó insustancial, autoanulado,
Sólo esto parecía perpetuo y verdadero,
Pero no moraba en ninguna parte, estaba fuera de las horas.
Sólo esto podía justificar el esfuerzo de la mirada,
Pero la mirada no podía otorgarle una forma;
Sólo esto podía apaciguar al oído insatisfecho
Pero el oído escuchaba en vano un sonido inexistente;
Esto no respondía al sentido, no apelaba a la Mente.
Alcanzaba a Savitri como la no captada inaudible Voz
Que habla por siempre desde lo Incognoscible.
La alcanzaba como un punto omnipresente
Desnudo de dimensiones, no fijado, invisible,
La simple unidad de su múltiple latido
Acentuando su solitaria eternidad.
Estaba frente a ella como una vasta inmensidad de la Nada,
Un interminable No a todo lo que parece ser,
Un interminable Sí a cosas nunca concebidas
A todo lo que es inimaginado e impensado,
Un eterno cero o una insumable Nada,
Un Infinito sin lugar, sin espacio.



Libro Siete: El Libro del Yoga
Canto VI: Nirvana y el Descubrimiento de la Absoluta Negación
página 547.12

15 abril 2010

El encuentro con el alma

Onward she passed seeking the soul's mystic cave.
At first she stepped into a night of God.
The light was quenched that helps the labouring world,
The power that struggles and stumbles in our life;
This inefficient mind gave up its thoughts,
The striving heart its unavailing hopes.
All knowledge failed and the Idea's forms
And Wisdom screened in awe her lowly head
Feeling a Truth too great for thought or speech,
Formless, ineffable, for ever the same.
An innocent and holy Ignorance
Adored like one who worships formless God
The unseen Light she could not claim nor own.
In a simple purity of emptiness
Her mind knelt down before the unknowable.
All was abolished save her naked self
And the prostrate yearning of her surrendered heart:
There was no strength in her, no pride of force;
The lofty burning of desire had sunk
Ashamed, a vanity of separate self,
The hope of spiritual greatness fled,
Salvation she asked not nor a heavenly crown:
Humility seemed now too proud a state.
Her self was nothing, God alone was all,
Yet God she knew not but only knew he was.
A sacred darkness brooded now within,
The world was a deep darkness great and nude.
This void held more than all the teeming worlds,
This blank felt more than all that Time has borne,
This dark knew dumbly, immensely the Unknown.
But all was formless, voiceless, infinite.


Savitri siguió adelante buscando la mística cueva del alma.
Al principio entró en una noche de Dios.
Quedó extinguida la luz que ayuda al esforzado mundo,
El poder que lucha y tropieza en nuestra vida;
Esta poco eficiente mente desistió de sus pensamientos,
El esforzado corazón de sus infructuosas esperanzas.
Cesaron todo conocimiento y las formas de la Idea,
Y la Sabiduría ocultó intimidada su modesta cabeza
Al percibir una Verdad demasiado grande para el pensamiento o la palabra,
Amorfa, inefable, por siempre la misma.
Una inocente y sagrada Ignorancia
Adoró como uno que adora a un Dios sin forma
La invisible Luz que no podía reclamar ni poseer.
En una simple pureza de vacuidad
Su mente cayó de rodillas ante lo incognoscible.
Todo fue abolido excepto su desnudo ser
Y el postrado anhelo de su rendido corazón:
No había resistencia en ella, ni el amor propio de la fuerza;
El altanero ardor del deseo había desaparecido
Avergonzado, una vanidad del yo separado,
La esperanza de grandeza espiritual había huído,
No pretendía la salvación ni una corona celestial:
La humildad parecía ahora un estado demasiado altivo.
Ella no era nada, Dios sólo era todo,
Pero a Dios no lo advertía sólo sabía que estaba.
Una sagrada oscuridad se aposentó ahora en su interior,
El mundo era una profunda oscuridad enorme y desnuda.
Esta vaciedad contenía más que todos los mundos ingentes,
Esta vaciedad percibía más que todo lo que el Tiempo ha dado,
Esta oscuridad conocía calladamente, inmensamente lo Desconocido.
Mas todo era amorfo, mudo, infinito.


Libro Siete: El Libro del Yoga
Canto V: El Encuentro con el Alma
página 522.01